Todo redactor corre el riesgo de convertirse en ghostwriter.
Los ghostwriters pululan por la web; en lugar de cargar con cadenas, son portadores de palabras.
Si eres copywriter o redactor digital, y prestas servicios de escritura (investigación y redacción) a terceros, sin recibir reconocimiento por ello (aparte de la retribución económica); eres pues, un escritor fantasma.
Todas las publicaciones que hayas ejecutado, en las que no aparezca mención a tu nombre o marca personal, quedarán condenadas al anonimato.
Elegir desempeñar este oficio en la modalidad de redactor fantasma, es una buena opción cuando estás comenzando a ejercer en un nivel profesional. Es el mejor modo de generar ingresos económicos, cuando aún no eres conocido en el campo de la redacción digital. El problema de alargar demasiado en el tiempo este modo de trabajar, es lo frustrante que puede ser para ti, el ver como los créditos de tu esfuerzo se los lleva otra persona; sin ese reconocimiento será muy difícil lograr que las empresas se fijen en tu trayectoria profesional, y quieran contar contigo en futuros proyectos.
En todo caso, tanto si recibes crédito por tu trabajo, como si careces de él; añado algunas definiciones sobre las diferentes facetas profesionales de un redactor.
El redactor web informa y divulga; el copywriter incita y persuade.
Ambos enganchan y seducen.
Un redactor digital también debe utilizar técnicas de copywriting en cada post que lo requiera; asimismo el copywriter tendría que usar, cuando sea menester, métodos de storytelling y microcopy, para generar al menos, una acción o reacción por parte del usuario.
Para dejar atrás al ghostwriter y labrarse cada uno su prestigio como redactor web, es necesario diseñar una estrategia de meritocracia y marca personal.
La estrategia lo es todo; para elaborarla es imperativo un proceso intenso de investigación, ergo se trata de elegir el rumbo óptimo para lograr resultados positivos y creativos.
La estrategia es el camino que nos dirige hacia los objetivos.
En mi caso particular, redacto y gestiono contenidos propios, actualmente solo en mis blogs y redes sociales. Si desempeñara profesionalmente las funciones de un redactor digital; mis nichos de mercado para brillar como redactor web, podrían ser (entre otros): desarrollo personal, motivación, copywriting, storytelling, mitología, cine y comics.